En el catálogo de la muestra “Adivina”, Latino Chicago Expressions, organizada en 1988 por The Mexican Fine Arts Museum of Chicago (hoy National Museum of Mexican Art), se destaca: ”la obra realizada en su primera etapa reflejaba sus conocimientos arquitectónicos: pintaba naturalezas muertas en oficinas donde frecuentemente la silla era el elemento más importante de la obra. A partir de esta obra comenzó a utilizar la silla como un símbolo del opresor y el oprimido. Con la silla como iconografía personal, Rodolfo Molina comenzó a desarrollar una obra que está bien pintada y es atractiva…”