Rodolfo siempre tuvo interés por la arqueología el cual aumenta cuando en 1994 estudia y colabora con expertos en la excavación de las ruinas de Joya de Ceren. Entre 1995 y 1996, Rodolfo viaja con su familia por la ruta Maya visitando Palenqu, Chiapas, Copan, y varios sitios arqueológicos en Guatemala incluyendo Tikal. El verde del paisaje es fuente de inspiración para crear varias obras bellísimas que describen la conquista de la naturaleza y culmina con su destrucción en una instalación que el denomina “Arcadia”.